lunes, 28 de abril de 2014

La organización en la Iglesia Católica

La Iglesia católica tiene miembros en la mayoría de los países de la Tierra, aunque su proporción en la población varía desde una mayoritaria en algunos a casi nula en otros. Es una organización jerárquica  en la que el clero  ordenado está dividido en obispos, presbíteros  y diáconos. El clero está organizado de forma jerárquica, pero tiene en cuenta la comunión de los fieles. Cada miembro del clero depende de una autoridad superior, pero la autoridad superior debe ejercer su gobierno teniendo en cuenta la comunidad, a través de consultas, reuniones e intercambio de ideas.
Basílica de San Juan de Letrán, catedral de Roma y Madre y Cabeza de todas las iglesias del Mundo, por su condición de sede del Romano Pontífice.

Territorialmente, la Iglesia católica se organiza en diócesis o Iglesias particulares, cada una bajo la autoridad de un obispo; algunas de éstas, de mayor rango, son llamadas arquidiócesis (o archidiócesis) y están bajo la autoridad de un arzobispo. En las iglesias orientales católicas, estas circunscripciones suelen llamarse eparquías y archieparquías, respectivamente. Actualmente (noviembre de 2013), hay 2838 diócesis en todo el mundo, de las cuales 631 son arquidiócesis [2]. La diócesis de Roma, que incluye a la Ciudad del Vaticano, es la Sede Papal. Asimismo, existen 9 Patriarcados (3 latinos y 6 de ritos orientales), 9 Exarcados Patriarcales y 5 territorios dependientes de Patriarcas.

Algunos territorios, sin llegar a considerarse diócesis, funcionan en la práctica como tales: son las prelaturas y abadías territoriales, regidas por un prelado o un abad, respectivamente. Actualmente, existen 43 prelaturas territoriales, casi el 80% de ellas en América Latina (sobre todo en Brasil y Perú), y 11 abadías territoriales, más de la mitad en Italia, así como 1 prelatura personal (la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei), con sede en Italia, 36 ordinariatos militares, 8 ordinariatos para los fieles de ritos orientales que se encuentran en territorios sin eparca (obispo) de su propio rito y 3 ordinariatos personales para los fieles convertidos del anglicanismo (católicos de rito anglicano): Nuestra Señora de Walsingham en el Reino Unido, Cátedra de San Pedro en los Estados Unidos y Nuestra Señora de la Cruz del Sur en Australia.

Las diócesis pueden agruparse en provincias eclesiásticas y éstas, a su vez, en regiones eclesiásticas. La arquidiócesis que preside una provincia eclesiástica es llamada metropolitana. En ocasiones, la provincia eclesiástica está conformada únicamente por la arquidiócesis metropolitana. De las 631 arquidiócesis existentes, 550 son metropolitanas, 4 son archieparquías mayores (una de ellas posee además 3 exarcados archiepiscopales, en Ucrania) y las restantes 77 son llamadas arquidiócesis archiepiscopales.

Los territorios en donde la organización de la Iglesia aún no es suficiente para erigir una diócesis (o una eparquía) son dirigidos por un vicario (o exarca) y son llamados vicariatos (o exarcados) apostólicos; actualmente existen 87 vicariatos apostólicos (sobre todo en América; pero también en África y Asia) y 15 exarcados apostólicos (sobre todo en Europa; pero también en América y Asia). Si la organización es muy incipiente, se erigen prefecturas apostólicas (actualmente existen 40, casi las tres cuartas partes en China). Por razones graves, se erigen administraciones apostólicas estables (actualmente existen 8, en Europa y Asia); además, existe la Administración Apostólica Personal de San Juan María Vianney, en Brasil (diócesis de Campos), para los fieles que se adhieren al "rito romano extraordinario" o Misa tridentina. En los territorios en que la Iglesia aún no ha penetrado oficialmente, se organizan misiones independientes sui iuris (actualmente existen 8).
 
El gobierno de la Iglesia católica reside en los obispos, a quienes ayudan los sacerdotes:
    * Los obispos: se encargan de cada diócesis. Son ayudados por los presbíteros y los diáconos. Ningún obispo, aunque haya sido nombrado cardenal, tiene autoridad sobre otro, sino que cada uno depende directamente del Papa.
    * Los cardenales: ayudan al Papa en la acción pastoral de la Iglesia católica universal y en la administración del Vaticano y la Curia Romana. Cuando el Papa muere o renuncia, eligen al sucesor en un cónclave. Colectivamente forman el Colegio cardenalicio. Los cardenales son elegidos personalmente por el Papa.
    * El Papa: es electo por el Colegio de Cardenales, reunido en cónclave. En 1871, el Concilio Vaticano I hizo énfasis particular sobre la ya existente doctrina de la infalibilidad papal, lo cual ha generado hasta el día de hoy grandes polémicas. Él desarrolla su ministerio coadyuvado por dos grupos de colaboradores: los cardenales y el concilio ecuménico.
    * El concilio ecuménico: asamblea de todos los obispos del mundo presidida por el Papa, es convocado cuando hay que tomar las decisiones más importantes, en materia de fe (dogmas) y de moral.

Los obispos de un país pueden organizarse en una conferencia episcopal (o asamblea de Ordinarios, en Oriente), cuyos cargos son electivos entre los obispos de la misma nación. También existen organizaciones inter-diocesanas que involucran a más de un país. Tenemos así:

    * 114 Conferencias Episcopales.
    * 6 Asambleas de Ordinarios.
    * 6 Sínodos Patriarcales, 1 por cada Iglesia Patriarcal (aquellas iglesias orientales encabezadas por un Patriarcado).
    * 4 Sínodos Archiepiscopales Mayores, 1 por cada Iglesia Archiepiscopal Mayor (aquellas iglesias orientales presididas por una Archieparquía Mayor).
    * 3 Concilios de Iglesias, 1 por cada Iglesia Metropolitana (aquellas iglesias orientales presididas por un arzobispo metropolitano).
    * 13 Conferencias Internacionales diversas.


Las órdenes religiosas no forman parte en cuanto órdenes de la jerarquía de la Iglesia católica, pero dependen del Papa y de los obispos de formas diversas. Ellas pueden ser de dos tipos:

    * Órdenes religiosas de derecho diocesano: dependen del obispo de la diócesis en la que han sido reconocidas.
    * Órdenes religiosas de derecho pontificio: dependen directamente del Papa, aunque deben trabajar en comunión con los obispos de las diócesis en las que actúan.

Las congregaciones y órdenes religiosas son establecidas conforme a los tres votos básicos de pobreza, castidad y obediencia. El origen de cada una se explica, según los católicos, por una inspiración dada al fundador, que debe ser reconocida como auténtica por la autoridades jerárquicas. Tal inspiración o carisma se concreta en constituciones que valen sólo si son aprobadas por las autoridades jerárquicas, y según las cuales deben vivir los miembros de cada orden o congregación. Después del renacimiento, los nuevos movimientos fundados dejan de recibir el nombre orden y se llaman congregaciones. No todas las congregaciones hacen el voto de pobreza, algunas hacen sólo un compromiso de pobreza utilitaria.

Dentro de la Iglesia católica se encuentran muchas órdenes religiosas monásticas de frailes y monjas, así como también congregaciones e Institutos de vida religiosa. Sus miembros suelen hacer los votos de obediencia, pobreza y castidad; de todos modos los votos a realizar quedan a disposición de la cada institución. Todos ellos dedican sus vidas enteramente a Dios. Otras prácticas religiosas incluyen el ayuno, la meditación, la oración, la penitencia y la peregrinación.

La finalidad fundamental de los miembros de las órdenes y congregaciones es salvar su propia alma y ser ejemplo salvífico para toda la sociedad con su pobreza, castidad y obediencia, vividas conforme al carisma específico de la constitución de cada orden o congregación.
Véanse también: Orden religiosa, Congregación religiosa, Institutos seculares y Movimientos eclesiales.
Cinco Mandamientos de la Iglesia católica

Los cinco mandamientos o preceptos de la Iglesia católica (que no deben confundirse con los Diez Mandamientos de la ley de Dios), en su forma actual, fueron establecidos por el Papa Juan Pablo II y promulgados en 2005 por el Papa Benedicto XVI, que eliminó el término "diezmo" del quinto mandamiento (pagar el diezmo, como de costumbre), cuyo significado real era, obviamente, una contribución a las posibilidades de cada uno, y no es un impuesto, o el impuesto sobre la renta.

Los cinco mandamientos o preceptos de la Iglesia son:

   1. Participar en la Misa los domingos y fiestas de guardar, y abstenerse de trabajos y actividades que impidan la santificación de estos días.

          Los días santos de la custodia o precepto que pueden no sean en el domingo son diez:
          1 de enero - Solemnidad de Santa María, Madre de Dios;
          6 de enero - Epifanía del Señor;
          19 de marzo - Solemnidad de San José;
          Ascensión de Jesús (fecha variable - jueves de la sexta semana de Pascua);
          Corpus Christi (primer jueves después el domingo de la Santísima Trinidad);
          29 de junio - Solemnidad de los Apóstoles San Pedro y San Pablo;
          15 de agosto - Solemnidad de la Asunción de la Virgen María;
          1 de noviembre - Solemnidad de todos los santos;
          8 de diciembre - Solemnidad de la Imaculada Concepción de la Virgen María;
          25 de diciembre - Navidad.

   2. Confesar los pecados al menos una vez cada año.
   3. Comulgar el sacramento de la Eucaristía al menos en Pascua.
   4. Guardar la abstinencia y ayunar en los días que la Iglesia señale:

          Días de ayuno: Miércoles de Ceniza y Viernes Santo.
        Días de abstinencia de carne o cualquier otro alimento determinado por la Conferencia Episcopal: todos los viernes, sobre todo Cuaresma, a menos que una solemnidad es un viernes.
   5. Satisfacer las necesidades materiales de la Iglesia, cada cual según sus posibilidades.
Sergio Ll.


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